EL ROBO DE LOS SENTIDOS –Imposible cenar sin vino.–

Pasó hace seis años en una velada especial en el restaurante Andere de Vitoria. Se había organizado una cena de los sentidos en la que cuarenta privilegiados comensales, entre ellos, dicho sea de paso, varios políticos, iban a degustar algunos platos con los ojos vendados. La principal novedad era que no se iba a beber vino en toda la noche, sino solamente whisky y ron. La fiesta comenzó con un cóctel en el jardín, donde se les ofreció jamón al corte maridado con un whisky y se fumaron unos puros. A continuación, pasaron al comedor, donde comieron cigalas y otro plato principal acompañado con un chupito de ron y otro de whisky. Pero no todo el mundo estaba dispuesto a cenar sin vino. Uno de los asistentes a la cena aprovechó que la vinoteca estaba de paso hacia el comedor para hacerse con una botella de Viña Pomal y un abridor e inmediatamente la escondió debajo de la mesa. El usurpador sabía lo que hacía, ya que su mesa estaba cubierta con una columna, por lo que ningún camarero se percató de la sustracción de la valiosa botella. Fue cuando los clientes se habían marchado, que se halló la botella medio vacía debajo de la mesa. Aún desconocen quién fue el autor de tan curioso robo, que no quiso renunciar ni por una noche al vino, pese a que ello le convirtiese en un pequeño delincuente.

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