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Asador Xixario

Calle Eusko Gudarien, 2 / Orio / 94 383 00 19 / asadorxixario.com

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UN BARCO BAJO LA MANGA –Cuando la pasión por el mar se lleva en la sangre es imposible renunciar a ella.–

Xixario Uranga era un apasionado del mar que tenía un barco de pesca de bajura con el que se ganaba la vida. Una noche de enero de 1966 se llevó el susto de su vida cuando, debido a la mala mar, su barco se hundió, aunque él pudo salvar su vida. A su mujer no le gustó nada esta mala experiencia y le pidió que dejara de salir a pescar y se dedicase a otra cosa para no dejarla viuda y con tres hijos. Para convencerle, tuvo que recurrir a sus amigos y al secretario de la Cofradía de Orio, que le propusieron montar un asador de pescado en la lonja en la que guardaban los aparejos de pesca. A regañadientes, Xixario inauguró el restaurante que lleva su nombre el 13 de abril de 1966, aunque advirtió que se guardaba un as en la manga, sin dar más detalles. Los años fueron pasando y, tal como prometió a su mujer, no volvió a salir a pescar hasta que en 1982, tras jubilarse y dejar el asador en manos de su mujer y de dos de sus hijos, Xixario sacó su as de la manga. Lo hizo en forma de embarcación chipironera de 10 metros de eslora, que se había comprado en el año 1979 y que había guardado en secreto durante tres largos años, a la espera de dejar el restaurante y regresar a su verdadera pasión: el mar. A esas alturas, ya nadie le podía persuadir de lo contrario. Así que como en los viejos tiempos, Xixario volvió a recorrer la costa vasca pescando por la noche en aguas de Guetaria y Zarauz y llegando incluso a Castro y Santander. Volvió a convertirse en un referente, hasta el punto de que fueron muchos los restaurantes de San Sebastián que se lo rifaron para comprar sus capturas, que llegaban a los 300 chipirones diarios o a los 17 kilos de angulas. Tras la muerte de Xixario, el barco fue vendido a un desguace. Su familia recuerda con cariño cómo Xixario, amante del mar y de la pesca, disfrutó hasta el último momento pescando en su querida costa, a la que observó siempre con añoranza durante veinte años desde las ventanas de su restaurante.

El maridaje
auténtico

Besugo a la parrilla con refrito + Viña Pomal Blanco

Localización
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