EL FALSO MÉDICO DEL REY –Las falsas apariencias cenan gratis.–

Apareció pulcramente vestido en la puerta del restaurante El Clarete y se identificó como el médico del rey don Juan Carlos I. Era 1998 y hacía pocos meses que Patxi Fernández de Retana había abierto las puertas de su establecimiento. El doctor Trejo, como dijo que se llamaba, anunció con un vocabulario impoluto que al día siguiente acudiría a comer junto con cuarenta personas y encargó un menú que triplicaba el precio habitual: quince mil pesetas de la época. Además, quería que sus invitados tomaran unas copas, por lo que se dirigieron a un pub cercano para encargar la sala. De nuevo en el restaurante, dijo que se le había hecho tarde y preguntó si podía cenar. Eligió una ensalada de bogavante y, cuando se la terminó, pidió hacer una llamada desde el teléfono que había en la barra. Durante la conversación, comenzó a gritar diciendo que no se podía creer que le hubiesen robado el coche. Inmediatamente, se dirigió a Patxi, a quien le insistió en que volvería al día siguiente para pagarle la cena. Nunca más se supo del falso médico del Rey, pese a que fueron a buscarle a un céntrico hotel donde afirmó hospedarse. Nadie tenía constancia de él, salvo la Ertzaintza, que lo tenía bien fichado en las fotos de delincuentes habituales como un estafador nato y un profesional del timo.

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