PERDIDO EN UN LABERINTO DE VINOS –Hay lugares en los que merece la pena perderse.–

El cliente quiso ir al baño, aunque no sabía que iba a ser más difícil de lo que pensaba. Atravesó una de las numerosas puertas que había en el restaurante Elkano, de Guetaria, que en 1973 se trasladó al edificio que albergaba el Hostal Larrañaga. El establecimiento estaba plagado de puertas, por lo que el cliente se confundió y en lugar de entrar por una que daba al baño, atravesó otra que bajaba unas escaleras. Allí se encontró con la bodega, que era un auténtico laberinto de vinos, aunque siguió buscando el deseado servicio. Tuvo que ser un camarero quien le rescatara, después de que estuviera varios minutos dando vueltas por la bodega sin encontrar la salida, ni el baño. Menos mal que después pudo disfrutar de la especialidad de la casa: el pescado a la parrilla. Precisamente, el que fundara el Elkano en 1964, Pedro Arregui, fue un innovador, al ser el primero en asar a la parrilla el cogote de merluza en lugar de echarlo solo para hacer sopa. Además, se le ocurrió cocinar a la parrilla el rodaballo con toda la piel, así como el bogavante, la kokotxa, los chipirones y las almejas. Aún hoy se conserva la primera parrilla con la que creó escuela en la cocina y se puede visitar en el primer restaurante Elkano que, tras 27 años cerrado, se abrió como bar el pasado 7 de julio de 2014, para seguir ofreciendo los fritos que cocinaba la abuela de Aitor Arregui, hijo de Pedro.

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