EL BOQUETE INVISIBLE DE LA BOTELLA –Los clientes estaban graciosos ese día y provocaron una situación rocambolesca.–

Se encontraban en el Café Saigón, ubicado en el Hotel María Cristina de San Sebastián, degustando comida vietnamita. Tras beberse un Viña Pomal, llamaron a la camarera, de origen chino, para pedirle más vino, alegando de manera irónica que la botella que les había dado tenía un boquete por el que se había vaciado y que, por ese motivo, se había terminado muy pronto. No cayeron en la cuenta de que la camarera no había entendido la broma, típica de nuestro país. La trabajadora, que solo llevaba tres años en España, regresó muy extrañada a la cocina con la botella en la mano, buscando el boquete. Un día entero estuvo preocupada intentando hallar el agujero por el que se escapaba el vino. Cuando la encargada del restaurante, Ana Ramírez, llegó al establecimiento, vio con asombro a la empleada dando vueltas a la botella. Al explicarle asombrada lo que había sucedido y dado que solo era capaz de ver en la botella un único agujero, Ramírez y el resto de camareros no pudieron evitar echarse a reír, algo que también hizo ella cuando, por fin, se enteró de la chanza de sus graciosos clientes.

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