UN "CHAMPIÑÓN" CÓMICO –En ocasiones, es mejor no ser tan sincero.–

Ocurrió hace treinta años durante las fiestas de Bilbao. El cómico Fernando Esteso había acudido hasta el monte Artxanda  para comer en el Restaurante Antón. Por aquel entonces, Antón, dueño del establecimiento, siempre usaba una txapela, así que decidió regalársela al actor. Encantado con el obsequio, Esteso decidió entrar con la txapela  puesta en la cocina para agradecer al personal la buena comida que había degustado. En ese momento, preguntó a los cocineros qué tal le quedaba la boina, cuya respuesta políticamente correcta hubiese sido que muy bien. Sin embargo, a uno de ellos le pudo la sinceridad y no se le ocurrió otra cosa que responderle que parecía un champiñón, dado que la txapela le quedaba muy grande. Se ve que al humorista no le agradó el comentario, pues abandonó inmediatamente la cocina con cara de pocos amigos. Menos mal que, por lo menos, se fue con el estómago contento.

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