BODA AL ESTILO DE LOS 90 –La ocasión merecía romper la rutina.–

El hombre se encerraba en casa y apenas salía a la calle. A sus 90 años y con toda una vida a sus espaldas, solo le apetecía descansar al calor del hogar junto a su mujer de la misma edad. Una mañana de octubre de 2013 llegaron sus hijos y le dijeron que ese día harían una excepción y saldrían a pasear con ellos. Así que el matrimonio se puso su ropa de domingo y salió a la calle. Como era de esperar, el hombre abandonó su casa a regañadientes, pero no podía decir que no a sus hijos, que llevaron a sus padres al Restaurante Arimendi de Vitoria, situado en el Hotel Jardines de Uleta. Al llegar, la sorpresa fue mayúscula cuando vieron en el interior a todos sus nietos e incluso a sus excompañeros de trabajo y de colegio. Los hijos lo habían preparado todo con cuatro meses de antelación para celebrar las bodas de oro de este matrimonio nonagenario. Habían comprado un ramo de flores para la novia y celebraron una ceremonia civil para conmemorar los 50 años de matrimonio. La emoción de los ancianos no tardó en llegar ante tal inesperada boda y contagiaron con sus lágrimas a todos los presentes. Si bien no todo fueron lloros, sino que también hubo momentos de alegría como el brindis que hicieron con una copa de Viña Pomal para que la anciana pareja tuviera, al menos, 25 años más de felicidad.

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