UNA DE ESPÍAS EN SAN SEBASTIÁN –Su belleza, sus andares sensuales y sus movimientos de bailarina cautivaron a todo el personal del hotel.–

Pidió una habitación que estuviera en la planta más alta, con vistas a la Playa de La Concha y, sobre todo, que pudiera vislumbrar el lujoso casino de San Sebastián, hoy reconvertido en el Ayuntamiento. Lo tenía todo planeado: poder vigilar desde lo más alto, sin ser vista, a las grandes personalidades políticas que aprovechaban el juego del casino para llegar a acuerdos que afectaban a millones de personas. En un contexto de pleno apogeo de la Primera Guerra Mundial, aquella mujer solitaria jugaba a dos bandas. Por un lado, espiaba para los franceses y, por el otro, para los alemanes, aprovechando sus armas de mujer. Sí: en 1916, Mata Hari pernoctó dos noches en la habitación de cuarenta y cinco metros cuadrados del Hotel Londres que hoy, convertida en suite, lleva su nombre y está decorada con fotos de la famosa actriz y espía holandesa, así como con réplicas de las joyas y objetos que llevaba por aquel entonces. Esperemos que disfrutara de las vistas, porque meses después, ya en 1917, fue acusada de ser agente doble y condenada a muerte.

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