RESUCITADO EN EL CIELO DE URRECHU –El dueño de este restaurante es la única persona capaz de ir al cielo y regresar las veces que quiera.–

Iñigo Urrechu no se conformaba con tener un restaurante que llevara su apellido en Pozuelo. En cuanto se enteró de que estaban construyendo un centro comercial a un kilómetro y medio de distancia que se iba a llamar el Cielo de Pozuelo, por sus espectaculares vistas sobre el skyline de Madrid, no se lo pensó dos veces y abrió un nuevo establecimiento. Su nombre solo podía ser El Cielo de Urrechu, si bien esto acabaría por causar un gran disgusto a un amigo suyo. Un día, esta amistad, que hacía tiempo que no veía a Iñigo, acudió al restaurante Urrechu preguntando por él y el camarero le respondió que estaba en “El Cielo”. Al amigo le cambió la cara y abandonó el restaurante cabizbajo y muy triste. Días más tarde, acudió a un club deportivo donde suele entrenar Iñigo Urrechu y, al verle, se le echó encima estrechándole en un profundo abrazo. «¡Qué alegría!», le dijo. «Pensé que te había pasado algo cuando me dijeron que estabas en el cielo», comentario que causó una gran carcajada a Iñigo Urrechu. Desde entonces, agradece ser la única persona en esta vida que va al cielo y regresa.

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