NEBULOSA GRIS EN EL INTERIOR –La mejor manera de salvar un mal momento.–

El restaurante estaba lleno esa noche. Los camareros iban y venían de la cocina haciendo volar los platos para atender a todos los clientes con premura y diligencia. Era una noche redonda, sin contratiempos a la vista. De pronto, un olor extraño empezó a extenderse por el local. Al olor le siguió el humo. Una auténtica nube gris procedente de la cocina cubrió el restaurante en cuestión de minutos, dejando prácticamente invisible una parte del mismo. Manuel, el dueño, sintió terror y dio la noche por perdida. Sin embargo, algo inesperado sucedió mientras se producía el desastre. Los clientes, todos sin excepción, se fueron levantando poco a poco y pasaron a la zona de la barra a tomar un café, como si allí no pasara nada. Pese a ser conscientes de lo que ocurría, en ningún momento expresaron queja alguna, sino que fueron acercándose a los lugares del restaurante libres de humo para continuar con la velada como podían. Manuel se quedó blanco más por la reacción generosa de los clientes que por la tremenda humareda que inundó el local durante unos minutos interminables.

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